El silencio es el grito más fuerte

El silencio es el grito más fuerte

lunes, 4 de noviembre de 2013

Una corta historia

Y esta es una corta historia, de cómo me volví a ilusionar después de tanto tiempo.
La primera vez que llegué tenía muchos nervios porque no sabía qué iba a pasar, qué me iba a encontrar... Lo primero que vi al subir las escaleras fuiste tu, ahí estabas de pie. Luego descubrí que estabas en mi clase y comenzó la relación: hablábamos a todas horas y me encantaba hacerlo.
Todo iba bien: en clase éramos inseparables y me mirabas con esa preciosa mirada de medio lado.
Pero un buen día todo cambió: me enteré que te gustaba, que estabas fatal con tu novia, que la ibas a dejar. Y llegó el momento de reconocer lo que sentíamos. Ahí comenzó el principio del fin: te diste cuenta que yo no era tan especial y que querías a tu novia, pero que no me ibas a hablar.
Lo entiendo, no me parece tan raro, pero lo que no me gusta es que ahora somos dos extraños, todo lo que teníamos se fue como si nada.
Yo sufro cada vez que te veo porque me gustas de verdad y eso me duele.

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